


La jardinería, el cuidado de las plantas o cualquier otra actividad que tenga que ver con estar en contacto con el campo y el medio ambiente tiene muchos beneficios para los más peques de la casa:
Aprenden valiosas lecciones sobre la naturaleza, propicia el respeto por la naturaleza y el medio ambiente así como un estilo de vida saludable.
Son idóneas para trabajar la paciencia pues los niños han de esperar para ver cómo crecen las semillas que han plantado.
Fomentan la responsabilidad y el trabajo en equipo.
Se trabajan valores tan importantes como la dedicación, el esfuerzo y la constancia.
Los niños sienten una gran satisfacción una vez ven los resultados que han logrado.
Son actividades divertidas al aire libre que gustan a grandes y pequeños.
Características:
La pala se puede usar para cavar tierra y plantar flores.
El mango de madera se adapta bien a la mano del niño y cuenta con un práctico ojal para colgarlo.